Día internacional del Syrah/Shiraz
Cada vez que la ocasión lo amerita, no dudamos en recurrir a un brindis con una buena copa de vino. Pero en ciertas fechas es el vino mismo que se torna objeto de celebración, al punto de que, como sabemos, una vez al año cada una de sus variedades más importantes tiene su propio festejo a nivel internacional. En este aspecto, el vino syrah es un verdadero privilegiado pues goza de dos celebraciones: el 16 de febrero se festeja el International Syrah Day, y el 23 de julio, el Shiraz Wine Day en Australia.
¿De dónde viene esta variedad de vino?
Más allá de las fechas y la diferente denominación, se trata de la misma cepa, la cual durante muchos años estuvo rodeada de un halo de misterio debido a sus supuestos orígenes legendarios, asociados a la antigua Persia y a la ciudad de Shiraz, así como a la colonia griega de Siracusa.
Sin embargo, a pesar de que este vino parecía salido de las Mil y una noches, las pruebas científicas realizadas a fines de los años noventa han revelado que no hay ninguna conexión genética entre las uvas Syrah y los vinos de la antigua Shiraz, como se creía, y además se trata del resultado de una antigua cruza natural entre las cepas dureza y mondeuse blanche, desarrollada en la ladera norte del valle del Ródano, tal vez desde épocas romanas.
Desde allí el syrah se ha expandido a otras regiones francesas como el Languedoc-Rosellón y se lanzó a cruzar fronteras internacionales de manera notable hasta transformarse en una de las principales cepas plantadas a nivel mundial. En el siglo XIX el Syrah llegó a Australia donde, con el tiempo, logró gran éxito hasta que en la década de 1950 llegó a consagrarse como el emblema de la vitivinicultura australiana, por lo que fue rebautizado Shiraz para diferenciarlo del francés.
Principales productores de syrah
Según datos de Syrah du Monde®, asociación que cada año premia a los mejores syrah del mundo en el antiguo castillo de Ampuis, en el Valle del Ródano, los principales productores en orden de importancia por superficie cultivada son Francia, Australia, Argentina, Sudáfrica, California, Chile, Washington e Italia (en especial en el área toscana de Cortona, y en Lazio), resultando en vinos que abarcan un rico abanico sensorial, reflejo de tan diversos terroirs, climas y prácticas vinícolas.
Personalidad del vino Syrah:
El syrah tiene una reputación bien establecida como uno de los grandes vinos tintos, con fuerte personalidad y carácter único. También se utiliza para elaborar deliciosos rosés y hasta un Shiraz espumoso, muy popular en Australia.
Los vinos syrah son potentes, pero no tan fuertes como los burdeos o ciertos cabernet Sauvignon, y suelen tener buen cuerpo. La sobre maduración y crianza en roble le suman intensidad. Una copa de este vino, de color violáceo, puede contener una gran gama de aromas y sabores pues sabe reflejar bien la personalidad de su terroir: desde violetas y bayas oscuras o moras hasta chocolate, café y pimienta negra. En algunos casos, las notas de sabor y aroma primarias se complementan con notas terrosas tales como el cuero y la trufa.
¿Syrah o Shiraz?
En cuanto al nombre y el etiquetado, la mayoría de los vinos australianos y sudafricanos se etiquetan como shiraz, mientras que en la mayoría de los vinos varietales europeos y argentinos se usa el término syrah, aunque no es norma que figure el nombre del varietal en Europa. En otros países, los productores o los comerciantes normalmente optan por syrah o shiraz en función del estilo de los vinos: “syrah” para los que se asemejan a los clásicos del norte del Ródano (más elegantes, tánicos, con sabores a ahumados y con una frutalidad similar), y “shiraz” para los más parecidos a los vinos australianos o del Nuevo Mundo (más afrutados, menos tánicos, con sabores más picantes que ahumados, más bebibles cuando jóvenes, más ligeros y más dulces).
Recordemos que como en Europa el nombre del varietal no tiene la obligación de figurar en la etiqueta, la manera de encontrar un syrah francés, por ejemplo, es recurrir a la denominación de origen específica que utiliza esta uva, a menudo combinada con otras cepas. Son numerosos los vinos con DOC producidos a partir de la syrah como cepa principal en Francia, entre los que se encuentran el perfumado Côte-Rôtie, fruto de las soleadas laderas del mismo nombre y el Hermitage, más mineralizado y tánico, ambos en el norte del Valle del Ródano, o el Chateauneuf-du-Pape, más al sur del valle, reconocido por el escudo papal grabado en las botellas de vino, en homenaje a su uso en la corte de los papas de Aviñón.
¿Misterio resuelto?
A esta altura podríamos preguntarnos si la reseña que hemos compartido sobre el syrah/shiraz ha contribuido a acabar con su misterio o ha despertado aun mayor curiosidad. Acaso el vino, cada vino en particular, ¿no es un misterio en sí mismo? Si cada descorche nos depara una nueva sorpresa y sensación, el mundo de posibilidades de una variedad tan viajera como la syrah resulta un espejo inagotable de los paisajes que hoy habita. De manera que, en ocasión de su celebración, os invitamos a abrir una botella de syrah como si fuera una lámpara de Aladino y a dejaros transportar en una alfombra mágica de perfumes y sabores a tierras lejanas, desde el Ródano y la Toscana hasta California, desde Australia a la Cordillera de los Andes.
¡Feliz día, Syrah!